Desde el sábado tus manos siguen recorriendo mis caderas La yema de tus dedos recorre cada pliegue Entras y salis Entras y salis Lento y rápido Tu espalda quedó marcada por mis rasguños No quiero alejarme de vos Me siento esplendida adentro tuyo Ambos jugamos quién aguanta en no acabar Pero perdemos al mismo tiempo Besos mojados en tu cuello No hay espacio y tiempo Respiraciones pausadas Intensa la mirada que salió de tu rostro aquel amanecer Imposible no seguir fantaseando con tu voz proclamando mi nombre