Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando entradas de octubre, 2019
Quererse y dejarse querer es una sensación maravillosa
No te tienen miedo Aunque tengas armas en tus manos No correrán Aunque quieras detenerlos No se esconderán Aunque los persigas Años y años en silencio No se dejaran avasallar No se dejaran manipular Están hartxs y cansadxs No pararan de hacer ruido No dejaran de manifestarse Hasta obtener una sólida respuesta
Me toco en la mañana Me toco en la siesta Me toco en la noche Que bello tocarse Que lindo amarse
Las redes sociales me están rompiendo el cerebro
Vuelvo a dormir Algunos ojos posan sobre mi No me dejan seguir Rezo para que me dejes ir
No salgo mucho. Busco cualquier excusa estupida para quedarme en casa y no salir. No sé si le estoy teniendo fobia a las personas o al que diran. Me siento observada y en constante cuestionamiento social.
Obvio que me mandé cagadas. No soy perfecta pero trato cada día de ser mejor persona que ayer aunque me este debilitando por dentro.
Jamás se olvida la primera vez que engañas a alguien. Está en contra de la moralidad que nos han enseñado desde tiempos lejanos además cuando nos hacen esa infame acción nos decimos llorando que nunca se lo haremos a una persona y cuando lo hacemos aunque sea un chape euforico en un parque, un roce predeterminado en un ascensor, un polvo fugaz en una cama la sensación es de un regocijo extraño algo nuevo e intrépido que está prohibido pero que indudablemente disfrutamos. Un gusto culposo con ganas de más, de caer en picada en un juego mortal dónde la conciencia pega peor que cualquier indiferencia.
Likes y otros tipos de comida para el ego humanoide
Estrés y ansiedad son la pareja nefasta de mis mañanas
Constantemente pido frío Porque mi interior está helado y roto ¿Podré repararlo?
Me siento rarisima. Días que estoy de lo más fenomenal y luego caigo en la comodidad de la melancolia pasajera.
Regreso a su olor corporal Mezclado entre aquella lluvia torrencial Enero especial Abajo mi boca Arriba mi lengua Orgasmos de vital intensidad
La nostalgia es como un petricor Impregnado de un agridulce olor Lleno de estupor Y golpea de imprevisto Causando un ligero malestar risueño
Ahogada en un pantano Allí me encontraron Las reacciones fueron las mismas A nadie le importó
No pido nada más que un abrazo Que me estreche fuerte como si fuera un balazo Fallecer en esos brazos Ser olvidada al fin por todos
No puedo controlar esta ira y bronca que tengo en mi alma. Años y años aguantando la misma mierda que me hayan utilizado, que se hayan burlado, que nunca haya tenido gente verdadera a mi lado. A veces me pone mal la cantidad de años desperdiciados en seres de mierda.
Hay días que quiero acostarme con un hombre Hay días que quiero hacer el amor con una mujer
Creo que ya escribí esto antes pero les recuerdo que estoy muerta en vida
Podría destruirme una vez más Y tocar el cielo hasta espantar Todos esos diablos internos Ellos me hacen temblar hasta titubear Sangro por la garganta Quiero escupirte en la cara
El individualismo y la falta de empatía de las personas me da asco