Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando entradas de octubre, 2020
Hasta mis sabanas huelen a cenizas. Como si el hecho de fumar quemara mis pulmones para no respirar. Para no seguir viviendo. La paz llega y dice adiós en un completo constante. ¿Qué debo hacer para callar estas voces? ¿Debo destruirlas por completo en esta llovizna helada? Me sigo repitiendo: era lo correcto, no había escapatoria iba a seguir falleciendo. 
Déjalo sangrar Ya no se sentirá Déjalo doler Ya no dolerá Déjalo sanar Ya no importará Déjalo irse
Frío inmovilizador Cinco días grisáceos después  Las cortinas blancas de mi pieza no paran de moverse Se repite el ciclo, no se cierra el circulo Retazos de ansiedad sacuden mi pecho No sé si ya mi cuerpo se acostumbró a eso que generabas Todo pasa, todo se va O eso es lo que me repito a diario
Por todos esos encuentros que no fueron Por esos viajes que no fueron Por esos besos que no fueron intercambiados Por esos cuerpos no envueltos en sudor Por esos amantes que no fueron Por esas relaciones que no fueron Por esos abrazos que no se sintieron Por esos pasajes quemados Por esos desencuentros Por dejarte ir Por entregar en vano Por amarte demasiado y morir en el intento
Quedan resabios Solo vestigios de una despedida fugaz Suspiros y voces En el umbral de mi mente Cuesta apoyarme en la almohada en las noches Porque tu cara se sigue presentando como un rompecabezas que jamás pude armar Quedó inconcluso Una hoja sin leer Daría lo que fuera por desmayarme en tus brazos y que me susurres que eventualmente todo estará bien
Desearía que mi mano fuera tu mano mientras acaricias tu pelo en las mañanas cuando abrís los ojos tempranamente o mientras preparas tu café. Anhelaría ser la lluvia que besa tus mejillas, como me gustaría poder ser el viento que suavemente roza tu piel. Me perdería horas y horas ahí. Y capaz o tal vez si pensaras en mi como yo lo hago sería una alegría casi fantasiosa. Hace tanto que nadie se desvive y odio profundamente que no puedas demostrar eso que sentís. No sé si te lo reprimís o realmente ni estás cerca de sentirlo verdaderamente.  
Todos estos amores efímeros, caníbales por naturaleza No llegan ni a los talones de lo que una vez me entregaste  Sequía y más sequía Desidia maldita Me conformo con lo que no hay otra No existe otro porvenir Insaciable porque tengo quienes teóricamente afirman sentir algo por mi Internamente no les creo ni la mitad de lo que me dicen Solo asiento cabeza abajo como una ciega consciente Quiero más, no puedo ver más allá Si presto atención puedo llegar a divisar tu silueta  Borrosa y eterna acompañándome como si fueras otra sombra cómplice de mis malas elecciones Como parte de mi karma
 Quiero que sepas que se congela pero a la vez crece sin retorno, sin vueltas. No existe el tiempo, eso que llaman lejanía desaparecer cuando dejas caer de tu boca palabras que hacen que mi alma florezca como jazmines en primavera. Y aprendo con vos, me caigo con vos, crezco con vos. Quiero seguir adentrándome en tu ser y a la vez el miedo a perderte también aumenta pero un sentimiento que se quedó ahí desde un instante primerizo opaca lo anterior para quedarse firme. Si, es ese cariño irrefutable, ese amor incuestionable que a estas alturas no deja de pasar desapercibido. Pero maldigo al destino porque no te puedo tener como me gustaría sin embargo aunque sea un día me conformaré para toda la vida.
Un demonio con su belleza angelical Me convenció en este juego prohibido Su lengua posa en la mía Moriría por seguir adentro de su boca y de su cuerpo Hasta el perfume de su piel penetra mis sentidos convirtiéndome en lujuria intensa Y el encuentro es seguido Nervioso y atento Siento mis pulsaciones vibrar cuando estoy alrededor de él Como si estuviera poseida por su placer Y no me importa esas veces que su daño fue más fuerte que todo Haría cualquier cosa por estar encima suyo No existe nada ni nadie que pueda romper este hechizo