Sobre la calle que me abraza
Amanezco desorientado
En susurros agridulces de cemento
Que me atrapan por completo
El enriedo, en rostros divagantes
Nos dejan invisibles desnudos ante la Luna
Que solemne resplandece, parpadea y se derrumba
Tan efimera y a la vez tan distante
Se posa en la vereda
Reflejada
Que es mi duda ¡perpetua duda!
Y me siento en sintonía
Con mis llantos y mis días
Aunque todos me vean como un extraño
Lo tomo como un trayecto hacia el olvido
¿Todos? ¿Nadie?
¿Acaso siquiera son palpables tales conceptos?
¿Será que me alejo cada vez más de mi ser terrenal?
O las preguntas a ningún lado me llevarán y solo deba caminar
(Un renglón escrito cada uno por Marian y por mi)
Amanezco desorientado
En susurros agridulces de cemento
Que me atrapan por completo
El enriedo, en rostros divagantes
Nos dejan invisibles desnudos ante la Luna
Que solemne resplandece, parpadea y se derrumba
Tan efimera y a la vez tan distante
Se posa en la vereda
Reflejada
Que es mi duda ¡perpetua duda!
Y me siento en sintonía
Con mis llantos y mis días
Aunque todos me vean como un extraño
Lo tomo como un trayecto hacia el olvido
¿Todos? ¿Nadie?
¿Acaso siquiera son palpables tales conceptos?
¿Será que me alejo cada vez más de mi ser terrenal?
O las preguntas a ningún lado me llevarán y solo deba caminar
(Un renglón escrito cada uno por Marian y por mi)