Oler tu cuerpo, saborear tu aroma corporal
Apoyarme en tu cuello, darte besos ahí en el medio de un susurro acompañado de un buenos días
Y en el que no queremos salir, nos alojamos en tu cama como un refugio de lo mundano como un lugar efímero en el que nos perdemos
Nos seguimos con la mirada, nos comemos, nos tocamos y nos despojamos de nuestro interior para abrazarnos en el alba anhelando sentirnos uno adentro del otro sin despegarnos