Regreso a eso maldito que tuve que experimentar cuando me escapé a capital esos días del 2017. Siento un deja vu horrible. Cuando llovía en la estación de Villa del Parque y yo presentía tu desamor, tu incomprensión, tu mirada perdida, tus ganas de nada que tenga que ver conmigo. Quería llorar y no podía ya que estabamos rodeados de tus amigos. Nos separamos y yo me fui a Palermo para ver a una amiga. En el trayecto, estaba helada, observando por la ventanilla escuchando a DIIV con el corazón deshecho, el alma pesada y un nudo atrágantandome.