Esta habitación tiene una luz tenue iluminándome. Camino desorientada en este boliche, la música es ensordecedora y me genera un estado de ambigüedad e incertidumbre. Hay muchas personas acá. Me agarran y me invitan a bailar con ellos. No quiero. No me siento cómoda, nadie se compara con tu figura celestial que por fortuna diviso a lo lejos. Una corriente de entusiasmo me atraviesa y me muevo torpemente entre la muchedumbre. Desapareces. Como si la tierra te hubiese tragado. Miro para todos lados pero no estás. Otro infortunio, otra noche en el que tu compañía es un espejismo.
Que no azoten más pesadillas en el alba de la vida Imágenes borrosas penetran mis sienes Y quiero romper con mis dientes todo hilo que nos une Porque ya está, ya fue Sos un simple vestigio Que de vez en cuando quiere seguir en mi camino Y a lo lejos se escuchan versos cantados con tu risa maquiavélica Queriendo asustarme y deletreando palabras que intentan quebrarme pero Para tu sorpresa ya no perteneces, ya no existis tu muerte fue prematura y estoy en paz al fin