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Mostrando entradas de julio, 2021
Vuelvo de tomarme un rato para mí. Más bien una siesta conmigo. Leer bajo la hora dorada en la que el astro Sol baña los árboles cosa que me encanta y es un Julio extraño porque al principio pensaba que iba a estar helado pero ahora parece una primavera mezclada con un otoño enmascarado. Leía y los rayos besaban las estrofas de este pequeño libro de un recopilatorio de escritos de Rosario Blefari. Después de  noches sin poder dormir bien dormí dos horas desde la una de la tarde hasta las tres y me levanté completamente renovada. 
Tu voz un eco prolongado  lento se siente al otro lado de mi celular una llamada y me perdí en el sonido  aquel sonido que vociferaba una ternura inexplicable  ¿será que extraño el fantasma de ese ser que alguna vez me quiso? debo desembarazarme de alguien que no tuve y jamás tendré porque no eres bueno para mi ni soy tu persona ideal somos distintxs y quieres cosas diferentes no entiendo por qué te extraño a veces si nunca tuvimos algo más allá de un abrazo ni siquiera intimamos, ni siquiera nos besamos pero idealicé una conexión que iba más allá de un insignificante roce capaz no sé si quiero encontrarte no sé si quiera que aparezcas de nuevo en otra vida a lo mejor si, a lo mejor no igual te pedí perdón en un sueño que tuve en enero y me respondiste que estaba todo bien quedó saldada la deuda inconsciente en un traspaso astral  
Me siento contenida con tu amor somnoliento que saboreo en rostros difusos y gestos sonoros. Si sonoros porque estoy atrapada en la música que explota en el centro de tu corazón.
 En mis sueños se fusionan rostros a los cuales amé en el pasado mostrando sus facetas reales son ecos que van y vienen los prefiero lejos porque no quiero volver a marearme con seres en los que no fui significante para ellxs  lejos  vayanse los dejaré ir
Adoro ser la persona que estuvo en el infierno y de a poco y mucho me acerco a las puertas del paraíso. Me gusta ser la persona renovada que volvió a su esencia, una esencia que se eclipsó por los demás y no por ella misma. Ahora soy un astro completo brillante que surca por el mar estrellado de la vida.
Me abruman los síntomas son como secuelas de miedos impulsados por una conjunción planetaria del que hay días que escapo y otros en el que me canso.
En una tarde calurosa como todas las tardes de Septiembre tu vestido era celeste floreado y dabas vueltas con tu pelo al viento. Nos ibamos más lejos de los demás para que nadie nos mirara mientras deslizaba mis labios sobre tu boca. Han pasado años de esos momentos pero las memorias sobrevuelan en el aire ahora como me las imagino sobre todo tu ser hermoso. Seguro sigues siendo igual de preciosa aunque no haya tiempo ni el lugar fue magnifico el poder de tenerte encima mío moviéndonos y acabando al son del viento.
La yema de mis dedos se llena de una electricidad que conozco demasiado bien cuando se posan en tus rizos castaños. Me quedo sin confesiones porque me lees a la perfección como si yo fuera tu libro favorito. Tambaleo, mis piernas acompañan este sentimiento tan fuerte al observarte detenidamente a la simple acción de reir.
¿Dejarías todo? ¿tu apellido por huir más allá de las estrellas? para poder sonreírle a aquellos astros mientras que acostadxs el amor nos abrace hasta ser uno bajo un manto de crisantemos rojos.
Me hundiría en tu mirada dulce y en esos labios invitándome a danzar con ellos una y otra vez sin parar. Un solo gesto, una sola caricia me harían desvanecer para perderme en tu sublime ser.
Si tan solo este aroma húmedo proveniente de la lluvia inesperada que baña cada centímetro de nuestros cuerpos sea el perfume por el que te vaya a recordar por toda la eternidad porque tu esencia proviene de la naturaleza y de las más bellas flores que llenan este prado. Eres la más delicada flor a la que quiero proteger de todo mal.
 Pensaba que jamás iba a volver pero si siempre se vuelve a la risa, a la sonrisa contagiosa, a la caricia de la patita de un perro y el correr con él en una plaza de barrio, sentarme en el pasto mojado que mis manos desnuden cada cabello para formar dos trenzas desarmadas en mi cabeza. Me reconforta haber regresado a mi naturaleza despierta.
Me sobrepasan las ganas de querer abrazar cada árbol en pleno otoño con esas hojas amarillentas que adornan a su vez las calles en las que se convierten en un paisaje surreal tan maravilloso que me siento agradecida de estar presenciado los rayos del Sol besando cada rama mientras piso estos charcos dorados  crujientes como si fuera otra vez una niña con deseos y ansias de disfrutar la vida. Agradecida por sentirme así en este estado de plenitud consiente.
Esa manía infantil de querer guardar cada papelito que encuentro en los bolsillos lo que sea desde un papel para secar mis ojos cuando los acaricio con gotas reparadoras hasta esos papelitos que sobran de las toallitas y luego las tiro, ojalá pudiera tirar también hasta el miedo absurdo que tensa mi cuello, contractura mis manos y hasta a veces me marea en la ducha sin razón aparente.
Admiro a las personas que pueden posar sus ojos en las almohadas de sus camas y dejarse llevar en sus sabanas sin tener pensamientos intrusivos que perforan la mente hasta paralizarse. Sé que esta noche seré una de las bendecidas en poder descansar en aquel anhelado e inmaculado sueño profundo y bañarme en imágenes suavemente sensoriales.
Todo el mundo nos dice que la vida es frágil  y es cierto  el estar en experiencias que considero cercanas  a la muerte y hasta yo me negaba decir esa palabra por traumas escurridizos me han dado el impulso voraz de querer abrazar la propia existencia  como si fuera una flor a punto de ser abierta en su esplendor en plena primavera
No sé si vale la pena ser una victima más del ego gritarle a todo el mundo por lo que transcurrí  en este verano que hasta llegó a tener tintes entre lo tenue y oscuro porque desconectaba de mi cuerpo y el dolor de cabeza llegaba a ser exagerado las palpitaciones fuertes sobrepasaban la piel dramáticos pero allá estaba mi alma pidiendo a gritos o sollozos que la salvara tantos daños dejándola en la interperie de la existencia por años era hora de decir basta 
Alma éterea No huyas Aunque el miedo inunde y las sensaciones sean sofocantes Tu luz es envolvente La magia corre por tus venas No te dejes vencer Tu fortaleza ha estado siempre allí adentro tuyo Como una fuente de amor resplandeciente