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que me ahogue lo cristalino del océano

la espuma sube y baja

escucho el suspiro de las olas cubriéndome 

de a poco y sin disimulo

no quiero sentir más pena 

la arena se entremezcla con mi pelo

que me arrastre la marea alta por favor

no quiero respirar más

mi aura es azul cielo

¿para qué la quiero?

no quiero ser egoísta 

tiene que pertenecer al mar

no puedo negarle ese derecho

el último gemido diciendo adiós 

mi cuerpo yace

ahí desnudo como me siempre me mostré al mundo

sin disfraces ni tapujos

no pude salvarme de mis demonios 

Oh agua fresca bendecida

manantial dulce del ocaso 

ven tocame y hazme tuya

siento la arena crepitar mis senos y mi sexo

me hundo más y más

ojalá pueda fundirme en la oscuridad

y no regresar más

soy una con la profundidad

no me busquen, no quiero ser encontrada

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Que no azoten más pesadillas en el alba de la vida Imágenes borrosas penetran mis sienes Y quiero romper con mis dientes todo hilo que nos une Porque ya está, ya fue Sos un simple vestigio  Que de vez en cuando quiere seguir en mi camino Y a lo lejos se escuchan versos cantados con tu risa maquiavélica Queriendo asustarme y deletreando palabras que intentan quebrarme pero  Para tu sorpresa ya no perteneces, ya no existis tu muerte fue prematura y estoy en paz al fin
Los segundos transcurren, no se detienen para nadie. Las estaciones pasan, los días pasan a veces sin darnos cuenta. Es algo distinto estar al borde de las alturas que estar frente a tu boca. No me contaron lo difícil que sería alcanzarla. Los minutos transcurren, no se detienen para nadie. Las motos pasan, la gente pasa a veces sin darnos cuenta. Es algo distinto estar a cuatro mil metros de altura que estar en frente de tu mirada. No me dijeron lo dificil que sería que me vieras.
Tu boca de terciopelo. Tan prohibida. La persigo en sueños de día. Mientras miro a lo lejos, deseando poder verte de nuevo aunque no estemos encaminados. De alguna cierta forma siempre volvemos a encontrarnos. Tus ojos con los míos... los tuyos tan lindos que quisiera nadar en ellos como si fueran un lago tibio en un día otoñal. Pasaría todas las estaciones del año a tu lado aprovechando cada segundo de tu aroma que me atrapa cada vez que nos citamos escondidos bajo un árbol dándonos amor.