En momentos así está bueno llorar. Liberar tensiones, descargar emociones porque no lloré cuando ambos me dejaron, ni tampoco cuando me enteré que está con otra, o cuando fallecieron mis amigos o cuando anhelo recuerdos antiguos y anoche lo hice. Me saqué un peso enorme de encima que hace meses cargaba en mi interior y se sintió tan bien volver en sí, como si empezara todo de nuevo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.