Tu boca de terciopelo.
Tan prohibida. La persigo en sueños de día.
Mientras miro a lo lejos, deseando poder verte de nuevo aunque no estemos encaminados. De alguna cierta forma siempre volvemos a encontrarnos.
Tus ojos con los míos... los tuyos tan lindos que quisiera nadar en ellos como si fueran un lago tibio en un día otoñal.
Pasaría todas las estaciones del año a tu lado aprovechando cada segundo de tu aroma que me atrapa cada vez que nos citamos escondidos bajo un árbol dándonos amor.
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