Son las 00:42 del 22 de diciembre del 2019 y me quedo en casa pensando en todo lo que ha pasado en estos días. A veces no caigo que seas real y me pregunto ¿es verdad lo que me está sucediendo? Tu voz me embelesa, me marea de amor. Escucho algunos de tus audios en el que se mezclan tus "te amo" y tus risas y lloro admito que lloré de una alegría inundada de satisfacción ¿debo confiar en tus palabras? Ya no pienso en el pasado ni en el futuro. Tampoco pienso en la cercanía ni en la lejanía. Solo me detengo en el ahora, en los ocasos que transcurren pero que estás conmigo. Podrán aparecer otras personas, otros vínculos pero este amor tan puro y sincero no lo he sentido con nadie. Cada leve movimiento me acompañas y me encantaría que a pesar del tiempo este sentimiento se congele para que perdure en el viento y en las constelaciones.

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