Desnudarte es mi ambición. Decime otra intención más noble, suave e intensa que esa. No existe y no va a existir nada más sublime que nuestros gemidos superponiéndose en una batalla hasta estar embelesados los dos sin más que suplicar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.