Mirarte aquella vez fugazmente fue una especie de electricidad recorriendo mi ser
Despertándome con intensidad unas ganas tremendas de vivir
Y me invitaste no una sino tantas veces a darnos besos que haría un vino dulce de ellos
Te sigo dando caricias en el medio de este verano cero alejando todo miedo que pueda llegar a aparecer
Sólo deseo que este conjuro jamás se vaya porque tenerte es un deleite que jamás pensé que volvería a sentir

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